Dimitric estaba decidido a formar un equipo de valientes guerreros
para enfrentar las crecientes amenazas que acechaban su mundo. Pero antes de
conocer a los demás miembros de su equipo, una historia interesante se
desarrolló con el reclutamiento del primero: el misterioso hombre capaz de
teletransportarse, Hang Rayner.
Un día, mientras Dimitric exploraba una pequeña aldea remota,
ayudando a los aldeanos a reconstruir sus hogares después de un ataque de
bandidos, escuchó rumores sobre un hombre con habilidades extraordinarias. Se
decía que este misterioso hombre, Hang Rayner, tenía la capacidad de
teletransportarse a voluntad. Los aldeanos hablaban con admiración y asombro
sobre su poder, pero también con cierta reserva debido a la naturaleza
enigmática de Hang.
Intrigado por las historias que escuchó, Dimitric decidió que
encontrar al misterioso teletransportador podría ser una oportunidad para
reclutar a alguien con habilidades únicas para su equipo. Sin embargo, los
rumores sobre Hang eran vagos, y nadie parecía saber con certeza dónde
encontrarlo.
Decidió quedarse en la aldea por un tiempo, ofreciendo su ayuda para
reconstruir y proteger a los aldeanos. Mientras tanto, también hizo preguntas
discretas sobre Hang, esperando obtener más información que lo llevara a su
paradero.
Una noche, mientras estaba de guardia en el perímetro de la aldea,
escuchó a dos aldeanos susurrando sobre un hombre misterioso que había sido
visto en diferentes lugares, apareciendo y desapareciendo de la nada. Su
corazón se aceleró al darse cuenta de que podría estar cerca de encontrar a
Hang.
Decidido a seguir cualquier pista, Dimitric siguió a los aldeanos en
secreto, guiándose por las sombras y las luces titilantes de las antorchas.
Finalmente, llegaron a la entrada de una taberna decadente y discreta.
Los aldeanos se despidieron, dejando a Dimitric solo con su
decisión. Inhaló profundamente, preparándose para entrar. Al cruzar el umbral,
notó de inmediato la atmósfera cargada de misterio que rodeaba el lugar.
Fue entonces cuando lo vio: una figura enigmática, moviéndose entre
las sombras del rincón más oscuro de la taberna. Su instinto le dijo que era
Hang. Con cautela y respeto, se acercó a él, sin querer asustarlo o amenazarlo
con su presencia.
—Hola, Hang. Mi nombre es Dimitric —se presentó con calma, mostrando
una sonrisa amigable.
Hang levantó la mirada hacia él, sus ojos oscuros llenos de
melancolía y cautela. Dimitric pudo sentir la resistencia en su aura, pero no
se dejó intimidar.
—He oído hablar de tus habilidades extraordinarias —dijo Dimitric
con sinceridad—. Creo que podrías ser una adición valiosa a mi equipo. Luchamos
por proteger a los inocentes y enfrentar a aquellos que hacen daño a los demás.
Hang pareció dudar por un momento, pero Dimitric continuó hablando,
compartiendo su propia historia de pérdida y búsqueda de justicia. Explicó cómo
había perdido a su hermano Dominic y cómo esa tragedia lo había llevado a
embarcarse en un camino para honrar su memoria.
—Sé lo que es sentirse solo y perdido —dijo Dimitric con empatía—.
Pero también he aprendido que podemos encontrar un propósito más grande cuando
unimos nuestras habilidades y fortalezas.
Hang permaneció en silencio, pero Dimitric pudo ver la lucha interna
en su mirada. Sin embargo, no lo presionó. En cambio, le dio tiempo para
considerar su oferta y lo invitó a hablar cuando estuviera listo.
Con el tiempo, Hang comenzó a abrirse sobre su pasado y las
dificultades que había enfrentado debido a su poder de teletransportación.
Contó cómo su habilidad lo había hecho una figura peligrosa incluso para sus
compañeros militares, lo que le llevó a retirarse de su antiguo equipo.
Dimitric comprendió sus temores y le ofreció su apoyo y comprensión.
Le aseguró que, con la ayuda del equipo, podrían aprender a controlar su poder
y utilizarlo para proteger a los demás en lugar de causar daño.
Hang finalmente aceptó unirse al equipo de Dimitric, viendo en ellos
una oportunidad para redimirse y utilizar sus habilidades para un bien mayor. A
medida que pasaba el tiempo, Hang comenzó a sentirse más a gusto en su papel
como miembro del equipo, aprendiendo a controlar su poder y utilizarlo de
manera responsable.
La amistad entre Dimitric y Hang creció, y juntos enfrentaron
desafíos emocionantes y peligrosos. A través de la camaradería y el apoyo
mutuo, Hang encontró un nuevo propósito en su vida y un sentido de pertenencia
que nunca había experimentado antes.
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